Mucha gente menciona seguido que la confianza es la base de toda
relación (laboral, de amistad, amorosa), pero en realidad, ¿qué tanto se conoce
acerca de ella?.
Un día estaba el gran filósofo Platón con sus estudiantes, cuando uno de
ellos le recuerda su famosa historia de la Caverna. Surge así gran agitación
entre los estudiantes, por lo que el filósofo clama por silencio.
-Es cierto -dice- que es una gran historia. Pero díganme, ¿alguien se ha
puesto a pensar qué hubiera pasado si los hombres que vivían dentro de la
caverna hubieran confiado en el hombre que les vino a decir que el mundo era
más grande que una cueva?
En este punto sus estudiantes no supieron que contestar, todos estaban a
la expectativa de conocer lo que Platón iba a enseñarles.
-Si los hombres de la caverna hubieran confiado en las palabras del
hombre que venía de fuera, hubieran conocido un mundo diferente y mejor del que
tenían frente a sus ojos.
Los estudiantes aplaudieron a su maestro y le concedieron que la
confianza era como una virtud para conseguir cosas mejores.
Así pues, la confianza es más que una palabra de moda, es una
herramienta que le otorga a quien la posee la fortuna de salir de sí mismo y de
conocer nuevas experiencias. Una persona que confía, además, es una persona
visionaria que es capaz de manejar las situaciones de una manera mejor y más
ordenada, ya que posee la cualidad de ser positivo para aceptar los retos que
lo desconocido le otorga.
La confianza es símil de una persona segura en sí
misma que inspira seguridad a los demás, es la decisión final que marca
la diferencia entre el éxito y el fracaso. La confianza, pues, se orienta
hacia el futuro y es el motor que lleva a las personas a la búsqueda de nuevas
y mejores experiencias.
Por Marisol Ojeda Altamirano.